Aquí mando yo.
Para que los padres siguan teniendo un estilo de vida normal, los niños tendrán que estar muy bien educados. Aqui se debel establecer límites para que el menor sepa a qué atenerce. Segun la consejera familiar Virginia K. Stowe en su libo Educar niños felices y obedientes con disciplina positivam, prácticamente todas las actitudes negativas tienen una solución sencilla:
-Groserías. Los pequeños las aprenden por medio de la imitación: si escucha a un adulto a decir un palabra soez, ellos la repetirán. Al prohibir este lenguaje, ellos intentarán usarlo en la ausencia de los padres, por lo que lo correcto es explicarles que no es de buena educación y que si ellos lo desean, pueden hacerlo pero que esto les podrá ocacionar un rechazo social.
-Golpes. Cuando el menor se muestra agresivo, le resulta difícil poner atención, así que lo mejor será relajar el ambiente y exponer las consecuencias de sus actos, como "cuando me pegas me duele" o "cuando empujas a alguien, pierdes su amistad". El niño debe aprender que el lenguaje es el mejorm recurso que tiene para expresar sus sentimientos.
-Berrinches. Al quitar un objeto o negar un permiso, los padres deben ofrecer algo a cambio. Es muy comun que los pequeños se disgusten por cualquier cosa cuando se les tiene un poco abandonados; por lo tanto, retomar el juego por 20 min. diarios podria apasiguar su cólera.
-Hiperactividad. Al no controlar sus impulsos, los infantes desean explorarlo todo y lo padres no deben prihibir sus acciones por muy absurdas o incorrectas que estas sean, nada más se les comentará que correr o escalar no es malo, pero que debe hacerse en un lugar apropiado. Más tarde, dicha necesidad tendrá que ser saciada.
La tele no es niñera
Según el pedagogo Francois Mariet, autor del libro Dejenles ver la T.V., este medio es una inflñuencia positiva que, usada con moderación, incentiva la inteligencia. Sin embargo, los padres le otorgan un grado de libertad sorprendente y, a veces, su uso no se vigila. D e acuerdo con la revista Communication Research, recientes investigaciones an demostrado que los niños experimentan sierta reacciones emocionales según los programas que ven. Las consecuencias de la violencia televisiva no están definidas con precisión, pero lo sierto es que ejerce un efecto desinhibidor sobre la agresividad y muestran nuevos métodos para expresarla, lo cual puede causar indiferencia ante los momentos dramáticos o ante el dolor ageno.
